En esta primera
actividad, propongo la realización de un dialogo, con alumnos de sexto de
primaria, sobre el tema “la imagen en la sociedad”.
La sociedad en la
que vivimos actualmente se basa en la imagen que damos de nosotros mismos a los
demás, al mundo. Incluyendo la imagen física y la imagen personal, es decir, la
reputación que tenemos cada uno, es lo que los demás verán, y lo que por
defecto veremos nosotros de nuestra persona. Esta imagen que ofrecemos al mundo
nos puede afectar en todos los aspectos, laboral, personal, interpersonal… de
forma tanto positiva como negativa pudiendo generar frustración, inseguridad…
problemas que en la vida adulta pueden suponer un trastorno. Realizar un
dialogo en gran grupo sobre este tema es de gran importancia y se puede abracar
desde muy diversos ángulos, llegar a alcanzar una buena imagen de nosotros
mismos es fundamental para toda la vida
¿A quién no le ha
pasado? Hacer algo por presión social, porque lo hacían los demás, porque te
iba a permitir formar parte del grupo popular… todos, en diferentes etaas de
nuestra vida, pasamos por momentos y situaciones similares, en las que tendemos
a hacer algo por ser aceptados, los humanos somos seres sociales, y por tal,
queremos sentirnos queridos, que formamos parte importante de algo, queremos
que nos quieran. Por esto, es tan importante para nosotros lo que piensen los demás.
Con la llegada de
la tecnología y las diferentes redes sociales, todos estamos expuestos, nuestra
imagen es publica en el momento que compartimos una imagen, es una pérdida de
la privacidad, lo que puede conllevar a que nuestras acciones sean juzgadas, estereotipadas
o sacadas de contexto, lo que puede generar una imagen nociva nuestra a los demás,
y a nosotros mismos, aunque no todo es negativo, gracias a las redes sociales
podemos mantener contacto prácticamente instantáneo con cualquier parte del
mundo, además de poder obtener toda clase de información insitu.
Esta actividad-dialogo,
se va a llevar a cabo en un aula de sexto de primaria. Considero que tratar
este aspecto a esta edad, de forma concreta, es fundamental, ya en currículo se
contemplan aspectos sobre la imagen personal, para fomentar que sea positiva,
pero no siempre se alcanza dicho objetivo, por ello que los alumnos hablen de
esto puede evitar problemas mayores en el futuro. Además al ser el último curso
de primaria, dejando a los alumnos a las puertas de la pubertad, y a las redes
sociales, es o puede ser una etapa conflictiva, a la que no sepan cómo
enfrentarse, o cómo afrontar diferentes situaciones, que descubran entre ellos
y darles, si fuera necesario, herramientas y soluciones para las situaciones conflictivas
en este sentido, en la imagen social que proyectamos.
Los niños del
siglo XXI, tienen predisposición para el uso de las redes sociales, por lo que
en caso de necesidad, se podrán recurir a ejemplos sobre personajes famosos que
ellos conozcan para enseñarles las negligencias que han cometido y como ello a
afectado estrepitosamente a su imagen, y demostrarles como el abuso de esta información
es muy perjudicial.
Este es el tema
elegido para dialogar, y comunicar sobre el, con la finalidad de que los
alumnos sean conscientes de la (excesiva) presión social y de la gran importancia
de la imagen personal, además de que adquieran, al menos, nociones para
reconocer y valorar dichas situaciones, no hacer nunca algo que no quieran, que
les incomode, o que no se sientan preparados para ello.
Aunque esto es
fundamental para el desarrollo de cada persona como ser individual, el objetivo
real del dialogo es que los alumnos sean capaces de comunicarse y expresarse en
diferentes situaciones, con un vocabularios, expresiones y conductas
apropiadas.
La función del maestro no será otra que motiva y mantener el dialogo vivo, hacer que se cumpla, las normas establecidas y regular la participación, los protagonistas y activos participantes han de ser los propios niños, que deberán exponer y defender su ideas u opiniones al respecto.
Reglas básicas para el dialogo
- Para tomar la
palabra hay que pedirla levantando la mano. Es
importante para establecer el turno de palabra que aporta orden,
compromiso y escucha.
- No se hacen
conversaciones a parte, con el de al lado. Mientras
alguien hace el uso de la palabra hay que estar en silencio para poder
escuchar pero también porque en el proceso del diálogo el grupo es el
ámbito de reflexión, la privacidad la dejamos para otro momento. Así
mismo El que toma la palabra
se dirige al grupo no al coordinador.
- Hablar claro. Hacer un esfuerzo por ser concreto y breve de manera que se
facilite a todos construir sobre las ideas aportadas por otros.
Reglas para hacer mejor el dialogo
- Hablar en confianza, porque el ambiente de
un diálogo tendrá que ser de aceptación y porque me hago consciente de que
lo que pienso es útil como aportación al diálogo en grupo.
- La colaboración. El diálogo no es una pelea
de ideas ni un “a ver quién puede más”. El diálogo es una indagación sobre
una cuestión.
- Hablar desde uno mismo. Las afirmaciones
abstractas deben basarse en la experiencia, no en lecturas o autoridades
externas, de manera que podamos tener los elementos para profundizar en su
articulación.
- Hablar desde la propia experiencia no
es “contar mi vida” sino lo que esta me ha enseñado, lo que he
reflexionado a partir de la experiencia.
Actitudes a fomentar
- Conocerse mejor, a los demás y a uno mismo.
- Mover el pensamiento, sacudirse la pereza.
Primar la pregunta sobre la conclusión.
- Hacerse observador de las propias reacciones
(¿Qué hay detrás?) Confianza en el propio pensamiento y en avanzar en el
pensamiento común.
- La honestidad y la valentía como bases de la
veracidad.
- Valorar el aprendizaje a partir de lo que
nos pasa en la vida.
- No aferrarse a lo que uno cree, intentar
comprender otras ideas.
Iniciaremos el
dialogo con una presentación sobre el tema, que los alumnos completaran con sus
conocimientos previos, con lo que les aporta, las sensaciones que les provoca… una primera toma de contacto, además de aporte
ideas y opiniones, para continuar con esta primera sesión, se les dejara un
tiempo asignado a la búsqueda y recopilación de información adecuada, para que
puedan llegar a formar opiniones y enunciados con información contrastada, además,
el maestro como moderador/motivador, se encargara de que todas las ideas y opiniones
sobre el tema se resuelvan, a través de un dialogo, conversación, exposición de
ideas y defensa de las mismas.
Tras dejar un
tiempo prudencial para que los alumnos amplíen la información, la asimiles y
obtengan opiniones e ideas acordes al tema, se realizará el acto del dialogo en
si, con el “peso” del acto comunicativo sobre ellos, con la intención de que
todas las ideas sean comentadas, debatidas y, dentro de los posible,
completadas y solucionadas entre ellos.
Esta actividad-dialogo
no tendrá horario definido, es decir, se emplearan las horas lectivas de clase,
pero no se le asignará un número determinado de horas, si no que se le
dedicarán las necesarias para ahondar en el tema, y sobre todo, para que todas
las dudas, ideas, opiniones sean atendidas con propiedad.
En el aula, como
maestra, hay dos alumnos que presentan “dificultades” a la hora de seguir el
hilo del dialogo con los compañeros. Son dos alumnos que específicamente, uno
no participa en la comunicación del aula por norma y otro alumno que no respeta
el turno de palabra.
Con el alumno que
no participa oralmente, considero que sería apropiado anticiparle ciertas
actividades, como esta, que se salgan de la rutina de clase, por el temor de
este alumno a hablar creo que sería interesante ver cómo reacciona al
presentarle la idea de la actividad anticipadamente, informándole de la
actividad, lo que conlleva, lo que se le va a pedir… así esta alumno puede
anticipar el tema, además durante el diálogo se debe respetar su iniciativa,
sin presionarlo.
Con respecto al
alumno que no respeta los turnos de palabra, creo que se deberían repasar las
normas de forma mas individual, explicando y ejemplificando, recalcando la
importancia de respetar a los demás, como el aprecia que se le escuche, si con
esta intervención no fuera suficiente, se podría proceder reduciendo sus
intervenciones.
El proceso de evaluación
se basará en el acto comunicativo en si, no al contenido del tema, atendiendo a
aspectos de expresión y comunicación, en otras palabras, se evaluara como dicen
lo que dicen, no lo que dicen. Además del lenguaje verbal, los elementos de la comunicación
no verbal empleados también se valoraran, hablamos del lenguaje gestual y
corporal, del lenguaje visual y del paralenguaje. Además se incluirá un
apartado que califique en relación al compromiso con las normas y su aceptación
y seguimiento
Muy bien
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Bien
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Puede mejorar
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Modulación de la voz
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Vocabulario apropiado
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Expresión, organización y comunicación
de sus ideas
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Síntesis de la idea (saber extraer
el conocimiento de la historia)
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Nivel/calidad de la intervención
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Adecuación al tema
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Respeta las normas establecidas
entre todos
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Además van a llevar a cabo una autoevaluación de la actividad:
Muy bien
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Bien
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Puedo mejorar
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He esperado mi turno de palabra
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He aportado ideas/opiniones
interesantes
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He respetado las opiniones e ideas
de mis compañeros
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Me he sentido escuchado por mis
compañeros
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Me ha gustado la actividad
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Me gustaría proponer el siguiente
tema para futuros diálogos que organicemos en clase…
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BIBLOGRAFIA
Teoría de
Didáctica de Didáctica de la Lengua Española por Irune Labajo (BLOQUE 1)
Está muy bien, Andrea. Solo falta una cuestión para que la actividad sea perfecta: para que realmente sea una actividad de diálogo en gran grupo y no una simple sucesión de argumentaciones individuales sobre los temas extraídos de la lluvia de ideas, debes asegurarte de que cada respuesta que se dé, sea comentada, debatida, completada... entre todo el grupo hasta que se agote, antes de pasar a una idea nueva. Lo más importante es que no sea: yo pienso que sí por esto, yo pienso que no por aquello... sino que se escuchen y se respondan unos a otros. Deja claro en tu actividad cómo vas a hacerlo porque puede parecer una pequeñez, pero es lo que diferencia un tipo de acto comunicativo de otro.
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